viernes, 7 de agosto de 2015

Comentario Teatral "LADIES NIGHT" Mario Ojeda




LADIES NIGHT, una noche sin verguenza, de los autores Anthony McCarten y Stephen Sinclair traducida al español y adaptada a una versión local por el actor Alfredo Espinosa




La presentación está a cargo la actriz y los actores Rosa Isabel Bodero (Sharon), Eduardo "Mosquito" Mosquera (Charly), Christoph Baumann (Germán), Pablo Aguirre (El Papi), Alex Altamirano (Rambo), Alfredo Espinosa (Cris), y José Enrique Pacheco (Nelson).

Vestuario: Sara Constante / Escenografía: Mauricio Revelo / Coreografía: Francisco Ordóñez / Asistencia de dirección y montaje técnico: Elí Benson / Asistencia de Producción: Catalina Gomezjurado / Dirección: Christoph Baumann / Producción General: José Enrique Pacheco.

Al Ver el afiche anunciando la obra en la Creperola del Patio de Comedias, la gente se imaginaba un obra teatral picaresca, mezcla de sal quiteña y ají rocoto para un bockwurst alemán, alrededor de una portentosa muchacha en paños menores, volviendo locos a todos.
Sin duda el título de la obra en inglés y una fotografía de 6 tipos envueltos en sus toallas frente a una generosa naturaleza femenina produce efectos en el público.

Una señora de edad, mientras tomaba café decía: “Ni muerta pues ….voy a estar gastando para ver a estos huesos”.  El marido con el café hirviendo en la boca contestaba, “Uy hijita, has de hablar rápido pues, yo ya compré las entradas nomás!…. La Señora replicó… , “claro pues… cuándo no ?…. con tal de ver lluchas…! Viejo sátiro !.

Sin embargo el inicio de la obra nos presenta una violenta escena en la que Charly en el rol de cantante de rock ha protagonizado un gresca con el público que se ha dado cita a su espectáculo. Junto a sus amigos y compañeros de aventuras y desventuras libra una bronca callejera de la cual salen todos mal parados aunque vociferan alardeando su machismo.

Poco a poco el público del Patio de Comedias va ingresando en la historia que esta obra nos cuenta y va identificando las vidas y problemática que los personajes atraviesan.

Cinco quiteños y un gringo, (en realidad alemán) de distintas edades, se encuentran desempleados y desalentados por los fallidos intentos de emprender jugosos negocios que sólo han servido para despertar un profundo sentimiento de fracaso y agobio.

El punto de encuentro de esta jorga es un establecimiento especie de cantina, salón de baile y escenario de artistas populares, cuyo dueño, Papi, sin dejar de permitir el lazo de amistad que los une, vela por el interés comercial del lugar y su funcionamiento.

Le proponen a Papi conformar un espectáculo de streptees para mujeres, tal como lo hacen los Machocaleños, con la diferencia de que éstos chullas quiteños no son salidos del closet.

En el forcejeo de la negociación, la relación de amistad sufre los embates de las pequeñas rencillas propias de los seres que hacen del grupo su fortaleza para dar la cara a la pobreza y marginalidad, pero a la vez, es el espacio donde la ironía y el comentario de triple sentido hace constante radiografía de las flaquezas y vilezas humanas.

Así el público llega a conocer que Charlie está casado con una mujer que sale con otros hombres cada vez que éste se descuida, que Germán bebe con mucha frecuencia y está dispuesto a abandonar al grupo por un pequeño salario en un trabajo estable encontrado en Carapungo. Que Rambo cuida celosamente la imagen de sus pectorales como profesor de educación física para niños y que Nelson se sabe débil y simple.

Cris el sexto,  es quien genera las aventuras comerciales, los enriquecimientos ilusorios y el liderazgo hacia el triunfo, pero lleva en sus hombros el fracaso de todos, especialmente el suyo.

Si también ha fracasado la esperanza de ganar buen dinero haciendo de Charli cantante de rock, ahora se atisba la esperanza de que gracias a la curiosidad y morbo femenino, ellos, puedan convertirse en artistas del streptees, para lo cual convencen a Papi acerca del formidable negocio que se puede establecer en su local, en pleno barrio de la Michelena.

Papi, evidenciando que no existe posibilidad de que se logre formar ningún trazo artístico ni remiendo de espectáculo siquiera, entre estos cinco amigotes, propone la ayuda de una bailarina para que los dirija.

La presencia de esta rodada vedette criolla cambia el rumbo de los acontecimientos pues impone una exigencia estética a la corporalidad de estos plazuelas. Les obliga a ensayar y a producir coreografías en las que demuestren sensualidad provocativa dirigida a mujeres.

A través de esta necesidad comercial se evidencian los prejuicios y miedos que estos machos quiteños tienen, hasta el punto en que momentos antes de iniciar su estreno deciden renunciar a sus esfuerzos.

La bailarina que ya ha dejado en el camino a Cris en sus deseos de invitarle a una guatita romántica, pero si ha cedido ante el golazao que el gordo Nelson le ha hecho, se enfrenta a la cobardía de estos hombres.

Les demuestra que todo ese alarde de machismo solo esconde miedo de demostrarse auténticos frente a las mujeres e ignorancia de lo que significa amar o seducir a una mujer.
Llega el gringo borracho a provocar a sus amigos, sin embargo éstos lo meten a la ducha para que se enfríen los ánimos.

El gringo sale de la ducha con una toalla cubriendo sus montes cámbricos de músculo olvidado y se incorpora al espectáculo que resulta un verdadero éxito.

La obra original fue escrita a partir del largometraje Full Monty del inglés Simon Beaufoy. Estrenada en 1998 la historia nos presenta tres profundos y emocionantes dramas humanos amplificados y convertidos en arte a través de la magia de la comedia.

El desempleo provocado por el cierre de las industrias metalúrgicas en Inglaterra arrincona a los seres entre la desesperación y la lucha por la sobrevivencia, llevando a sus protagonistas al borde del suicidio, a la mentira sistemática para ocultar la desocupación, al hurto y a la posible pérdida de la relación padre-hijo.

La concepción artística de Full Monty hace de ésta una historia de importantes conflictos humanos  por ello produce personajes intensos y un argumento emocionante.

Ladies Night que viene a ser como su nieta en cambio, es una historia de situaciones, en la que no existen conflictos humanos profundos o en su defecto, no son tratados con la densidad suficiente como para incidir en la dramaturgia total de la obra. 

El personaje que más cerca se encuentra a un conflicto humano contundente es Charlie sin embargo no llega a desarrollarlo. Los demás se muestran casi idénticos de principio a fin. La obra pasa en medio de sus vidas pero no los modifica, ni ellos modifican a la obra.

Por esta razón los personajes de Ladies Night se construyen sobre la base del gag cómico y no  sobre su vinculación orgánica con el contenido de la obra en su conjunto.

Visto desde el otro lado se podría decir que los personajes se encuentran atrapados por el gag cómico, convirtiéndose éste en el personaje principal.

El juego de doble intención en los textos, la burlas mutuas entre compinches y los modismos idiomáticos quiteños siempre tan vivaces y graciosos, conforman el lenguaje principal de la obra, al que el público se somete con placer instantáneo y fugaz.

En los otros lenguajes la puesta en escena es realista, especialmente en el corporal, pues todos los movimientos de los casi personajes, son expresión de su estado de ánimo o intención coyuntural. Ninguna corporalidad pretende más de lo que su expresión verbal ya indica. El cuerpo simplemente ratifica lo que ya el texto lo dijo, produciendo constante reiteración de lenguajes y contenidos. Permanentemente el gag se apoya en este elemento.

Llama la atención el recurrente gesto de acercamiento violento con ademán de posible intercambio de golpes. Este gesto es tan repetitivo que hacia la mitad de la obra se vuelve vacío de todo contenido, lo cual en el teatro es un suicidio.

Siendo el gag cómico el sostén estructural de la obra, requiere de actores duchos en el oficio para mantener la atención permanente del público y éste elenco lo logra con absoluta perfección.

Aún cuando el tipo de gag es el mismo en todos, sin variedad en su propia estructura, es suficiente para divertir a una audiencia despreocupada de su contenido.

Toda comedia es acumulación de cultura. Todo lo que pasa dentro de la estética de una comedia es potenciación plena de los más significativos rasgos culturales de una sociedad y de sus gentes.

Lo cultural representa, denuncia y alimenta al personaje de comedia, y a pesar de las miles de formas de expresar creativamente lo cómico,  esta característica de potencia cultural contenida en los personajes y en la historia de comedia, otorga veracidad a la trama y a los mismos personajes.

Al ser el gag el protagonista de Ladies Night lo cultural queda expuesto a la aventura de aciertos y desaciertos expresivos de los actores, cuyo propósito principal es hacer reír, sin consecuencia con una construcción de significados culturales prioritarios en la obra.

Lo cultural queda en soledad de sus representantes cómicos y su dimensión se vuelve pasajera como la risa del público.

Por ello a pesar de la bien cohesionada acción dramática a lo largo de toda la obra, siempre falta el vuelo imaginativo de la trama. El espectador sabe lo que va a suceder anticipadamente, lo novedoso consiste nuevamente en el gag.

La obra teatral cómica debe forzar al artista a ser creativo en sumo grado a la hora de la creación del personaje, una vez que se inicia la vida de la obra frente al público, se le debe forzar al intérprete a una serie de renuncias creativas en favor de la perfecta funcionalidad del todo estético que es la obra.

La elaboración del personaje y sus textos es artesanía en su construcción y arte en su interpretación frente al público. Pero arte no solo del gag o del personaje sino de la obra en su conjunto.

El chiste es la formación de pequeñísimas piezas teatrales, mini obras diríamos, con sus respectivos significados y significantes. Si uno o varios personajes se lanzan al atractivo de la constante improvisación, deben estar seguros de que su impulso creativo no desvirtúe al conjunto de símbolos con los cuales la obra cuenta para ser arte.

La obra en su conjunto al no tener fuerza dramática debido a la carencia de significados por resolver o restaurar, se desliza tenue en el mundo emocional del público pero rico en condimentos del lenguaje verbal.

La escena final no dejará de ser recordada por el público porque es la única en la que hay un lenguaje corporal sistemáticamente creado para favorecer al todo y es justamente allí donde los personajes ganan veracidad y estética.

Ladies Night está vivita y coleante, debe seguir produciendo éxito taquillero, ¡En buena hora!.
Ahora le toca a la fuerza de la cultura irrumpir sin pedir permiso y embellecer de raíz lo que ya existe.






sábado, 27 de junio de 2015

Comentario Teatral: "LA CASA DE BERNARDA ALBA" Mario Ojeda

PROGRAMACIÓN DEL PATIO DE COMEDIAS

LA CASA DE BERNARDA ALBA


Mario Ojeda


Elenco:
Bernarda Alba: María Beatriz Bergara / Poncia: Juana Guarderas/ Adela: Sonia Valdez / Angustias: Valentina Pacheco / Martirio: Silvia Brito / Magdalena: Alejandra Albán / Amelia: Marilú Vaca / Criada: Lorena Rodriguez / María Josefa: Valentina Pacheco / Prudencia: Paulina Tapia.
Autor: Federico García Lorca.
Dirección: José Cracio
Asistente de dirección: Marilú Vaca
Iluminación: Pilar Velasco
Vestuario: Pepe Rosales

García Lorca  termina de escribir esta obra en 1936 dos meses antes de su asesinato en medio de la Guerra civil española.

Se estrena en Argentina en 1945 y recién para 1964 se estrena en España debido a la censura oficial y por falta de autorización de la familia del autor.
A partir de entonces se ha convertido en una de las obras preferidas de los elencos artísticos, llegando a ser interpretado incluso bajo el género clown.

La trascendencia de García Lorca como dramaturgo lo atestigua un conjunto de obras de gran nivel que han sido representadas en varios idiomas pero su posición como hombre de teatro lo podemos resumir con sus propias palabras:

“Un teatro sensible y bien orientado  puede cambiar en pocos años la sensibilidad del pueblo; y un teatro destrozado, donde las pezuñas sustituyen a las alas, puede achabacanar a una nación entera”.

“El teatro es una escuela de llanto y de risa y una tribuna libre donde los hombres pueden poner en evidencia morales viejas o equívocas y explicar con ejemplos vivos normas eternas del corazón y del sentimiento del hombre”.

“Un pueblo que no ayuda y no fomenta su teatro, si no está muerto, está moribundo;  como el teatro que no recoge el latido social, el latido histórico, el drama de sus gentes y el color genuino de su paisaje y de su espíritu, con risa o con lágrimas, no tiene derecho a llamarse teatro, sino sala de juego o sitio para hacer esa cosa horrible que se llama "matar el tiempo”

(Extractos de la Charla sobre el teatro. Federico García Lorca el 2 de febrero de 1.935)

Varios autores dicen que La Casa de Bernarda Alba es para Lorca el fin de una etapa como dramaturgo y el inicio de otra, en la que se hace presente una teatralidad madura y profunda, con una gran capacidad para universalizar sus temas.

Según la crítica española de los días del estreno, junto a “Yerma” y a “Bodas de Sangre”, “Bernarda” completa una trilogía que retrata y desnuda a la España interior, aquella que sólo se la puede conocer detrás de los muros y de los rostros de apariencia.

La puesta en escena que se encuentra en temporada en la sala del Patio de Comedias es sin lugar a dudas un trabajo Lorquiano.

El decorado del escenario nos hace sentir, desde antes del primer movimiento de las actrices, que en el discurso artístico se respetará la dramaturgia que el autor  había impregnado a su manuscrito y que nunca llegó a verla en escena.

El cálido y querido escenario del Patio de Comedias luce esta vez serio, adusto,  dispuesto para lo que allí sucederá: formas de vida enfrentadas entre el blanco y negro.

Blanco en el piso y paredes, negro en todo lo demás,  tal cual García Lorca lo había deseado.

Esta lectura inicial de la puesta en escena se irá confirmando en el transcurrir de la obra.

El Acto I se inicia con La Criada en diálogo con Ponsia.  La Criada con su voz denuncia lo que sus manos sienten al limpiar obcesivamente una porción de piso: su azotada vida dentro de la  casa.

Ella y Poncia han visto todas las costuras al revés y al derecho de las vidas de sus patrones y conocen sus intenciones y perversiones.

En torno al funeral de su esposo hace su aparición Bernarda Alba, mujer de apariencia agradable hasta el momento en que abre su boca y resuenan sus palabras tanto como las pisadas de sus botas. Unas y otras se funden para exterminar todo lo que a su paso encuentra y que se interponga entre su acción y sus pasiones: La honra, El buen nombre de la familia, La tradición y Las normas.

Sus cinco hijas, como cinco dedos que lleva la mano, son distintas entre ellas y se mueven entorno a sus propias convicciones en el espacio del encuentro mutuo. Cuando aparece su madre, se anulan y callan.

Siete mujeres en una obra, cada cual con sus sentimientos y su deseos. No habrá mediación ni sometimiento posible. El drama trágico ronda como llovizna triste en siete días de una semana.

Bernarda Alba, inquisición hecho mujer, somete a sus hijas a ocho años de luto y encierro en la casa.

El elemento dinámico, quien desarrolla de conflicto humano de esta familia, irrumpe silencioso primero, para convertirse luego en enorme fuerza de atracción. Un Hombre.

La pieza teatral gira alrededor de este sorprendente personaje, al cual, la experiencia humana y poética de García Lorca le impide entrar a cuerpo visible alguno.

Nunca se lo ve pero se lo siente tan común y cotidiano como cualquier otro y sin embargo por la fuerza de la pasión de tres hermanas se convierte en el personaje más desarrollado de esta obra.

Si Angustias y Martirio se enamoran del hombre y esperan de él su correspondencia, en cambio Adela,  la hermana menor, ama activa y pasionalmente al hombre no idealizado, a Pepe el Romano. Se adelanta al amor de las otras dos porque ella hace lo que su sentir le exige.

Entre estos cinco personajes, que son los principales, gira el conflicto central del argumento de la obra, creando una estructura interna compacta cargada de muchas significaciones.

Todo el peso de valores tradicionales se enfrenta a nuevas formas de concebir y materializar el sentimiento del amor. La represión enfrenta al instinto libre. La paciente y pasiva espera frente al impulso de la seducción. La monotonía del encierro y luto al interior de la casa frente a su exterior dinámico, bullicioso y cotidiano. Bernarda Alba frente a su hija Alba. Lo negro frente a lo blanco pero a la vez lo blanco frente a lo negro.

Al final la muerte se encuentra consigo misma en el suicidio de Alba porque ha sido denunciada frente a su madre por Martirio.

Esta lucha de fuerzas antagónicas, materializado en personajes bien diseñados y definidos,  es matizado y a la vez distribuido por un personaje clave para la teatralidad de la obra que es Poncia.

Ama de llaves de siempre, tiene la capacidad de entrar de manera apropiada en la psíquis del espectador a través de diálogos, sugerencias, consejos y hasta sentencias dirigidas a sus patronas, quienes pueden desnudar sus intenciones frente a un personaje con poca capacidad de decisión.

Este personaje es un enlace entre la realidad y la ambientación simbólica propia de la poética de García Lorca pero también es un enlace entre lo que piensan y sienten los personajes y lo que el público vive dentro de la obra.

El montaje realizado bajo la dirección de José Cracio hace algún tiempo atrás ha vuelto al Patio de Comedias y sigue siendo un trabajo limpio, con una dramaturgia lorquiana que se fundamenta en cuatro aspectos principales:

Un trabajo de actuación de estilo realista muy profesional, un respeto absoluto al lenguaje literario de Lorca, una estructura dramática de corte aristotélico en cada acto y en el conjunto y una gran capacidad para crear ambientaciones simbólicas densas sin ser sucesivas entre ellas.

Ninguno de esto aspectos sobresale por encima del resto sino que se conjugan sutilmente para dar como resultado aquello que Lorca impuso en su texto: Un documental fotográfico.

Es evidente que el director sabía cómo lograrlo teniendo como base un texto literario teatral lleno de poesía, con el recurso de la sonoridad de los versos y las imágenes literarias que a través de la actuación crean nuevas realidades simbólicas.

Por ello sería equivocado decir que es un montaje realista. ¡ Es Lorquiano ¡ 

"El teatro es la poesía que se levanta del libro y se hace humana. Y al hacerse,  habla y grita,  llora y se desespera”. (Federico García Lorca.).

miércoles, 24 de junio de 2015

Comentario Teatral "LA BRAVA" En El Patio. Mario Ojeda.

CICLO DE TEATRO HISTÓRICO EN EL PATIO DE COMEDIAS

Comentario Teatral


MARIO OJEDA.


LA BRAVA obra de títeres escrita y dirigida por Yolanda Navas de la fundación cultural TITEREFUE.

Para la entrevista a los actores y actrices que se presentan en la sala del Patio de Comedias me acerqué pensando….  “LA BRAVA.”…  es un nombre fuerte para una obra de títeres….por algo ha de ser …

Sabía que la obra habla de Manuela Cañizares uno de los personajes más interesantes de finales del XVIII e inicios del XIX en la historia del Ecuador.

¿Porqué LA BRAVA para nombrar a Manuela Cañizares?
 La respuesta tan corta como directa fue:
.- Porque dicen que era brava !!

Ah…ya……..pensé.....

¿ Porqué usar el género farsa para hablar sobre un episodio supuestamente fundacional de la patria?
.- Porque trabajamos con títeres en su formato guiñol y la farsa se ajusta perfectamente a esta técnica titiritesca.  “La farsa le hace lucir al guiñol” contestaba Yolanda.

¿Crees que la farsa puede aportar para que la asimilación de la obra por el público sea mejor y que además ayude en el desarrollo del contenido histórico y artístico?
.- Es una manera de abordar el tema y trabajar con el guiñol.

La sonrisa de Yolanda al contestar cerraba el telón de las respuestas así como de futuras preguntas y dado que se acercaba la hora de inicio dimos por concluido el diálogo,  lo cual me dejaba con un conjunto de inquietudes que tendría que despejarlas en la sala misma durante la representación.

Ya en la sala, con una linda sonrisa aún más amplia que la anterior, la actriz iniciaba el trabajo al acercarse con un traje negro a saludar a su audiencia, sólo que pedía repetición del momento ya que el público no la había recibido con los debidos aplausos.

Roto el hielo y entablado el código para la gracia y el divertimiento, se iniciaba la obra misma.

Me disponía a ver en títeres a Manuela Cañizares es decir nada menos que a  la mujer que con su acción enrumbó las dudas de los nobles ilustres quiteños para el Primer Grito de Independencia de América o como algunos autores  llaman,  para el “El surgimiento del primer gobierno autónomo de este continente”.

Rápidamente vino a la memoria la decadente situación que vivía España por aquel entonces con un Bonaparte dueño de un gran imperio y a su hermano Pepe Botellas al mando de España al modo de un títere manejado por su creador (a).

El también imperio español se deshacía. En el propio territorio Ibérico las distintas cortes que formaban parte de la monarquía reconocían la autoridad de Fernando VII y formaban sus propias estructuras administrativas de gobierno.

La presencia de otro gran poder como el británico haciendo todo lo posible para arrebatar a España la hegemonía mercantil con el Nuevo Mundo, la insurgente nobleza criolla en toda América Latina incómoda con el régimen monárquico que le impedía el desarrollo de su actividad productiva y exportadora y finalmente el legado de la ilustración francesa que a pesar de tener en ese momento a un Bonaparte al mando de un gran aparato bélico tenía también un pensamiento filosófico y político libertario.

Recordé claramente los castaños bigotes del Lic. Garcés profesor de historia en el colegio y agradecí los varios bomberos en el reporte de calificaciones que me obligaron a leer por mi cuenta esta parte del conocimiento.

Eso rondaba en la memoria cuando por arte de títeres apareció un gran bigote negro, bajo un gran sombrero charro, en medio de un rostro picante con unos ojos saltones y nariz fisgona.

De dónde salió este mexicano, tan pronto se inicia la obra se preguntaba el público ¡¡

Será que Manuela Cañizares tenía un criado así? .. se preguntaba el señor del asiento de alado. 

Tal vez la dama quiteña tenía contacto secreto con José María Rayón caudillo en la guerra de guerrillas de la revolución mexicana…. se inquietaba la dama del asiento de atrás, a quién le brotaba una generosa risa con cada intervención del mexicano éste. 

Gediondo Moribundo Gonzalez oriundo de alguna parte del plantea donde se ama y se da bala a lo mero mero, viajaba a Quito encomendado de hacer negocio de armas con la dama Quiteña que nos atañe.

Las dudas acerca de cómo iba Yolanda a trabajar esta obra se disiparon y hasta diría que desaparecieron frente a la alegría pícara de este Gediondo personaje, que tenía a la sala Moribunda en risotadas.

Mis inquietudes históricas y estéticas se subyugaron ante el aparataje humorístico de este farsante, dotado de ignorancia atrevida pero amigable, ingenuidad calculada, gracia astuta mezcla de dulzura y malicia siempre penetrante como un chile verde.

Al arribar a Quito en su futurista transporte aéreo acompañado de una iguana llamada Margarita el Gediondo encuentra a Manuela esperando la llegada de sus invitados a la velada que tendrá lugar en su casa y que se convertirá en leyenda a través de la historia.

El Gediondo en pos de negocios desarrolla una relación amigable y atrevida con una Manuela elegante, sobria, con determinación en el carácter especialmente al requerir de sus débiles compatriotas una acción valerosa para firmar el documento que proclame la independencia.

Varias veces abatida por la intensidad de la reunión y de los sucesos de aquellos días Manuela hace paréntesis fuera de la sala de su casa y se encuentra repetidas veces con el Gediondo Moribundo quien rápidamente se da cuenta que la causa es rebelde y que estos rebeldes causan risa, pero que en definitiva, el negocio de las armas se ha ido al piso.

La trama del hecho histórico no se lo ve aunque si se lo trata. La reunión de criollos nobles sucede en el interior de la casa de Manuela,  mientras Gediondo desarrolla su propia línea argumental en los exteriores.

En esta otra historia, Manuela deja de ser el personaje central y pasa a ser el mexicano el protagonista, desarrollando un conjunto de acciones que buscan el logro de su objetivo comercial y de conquista.

Su favorecida posición de observador del momento histórico con las flaquezas de las personalidades involucradas y su asechante acercamiento a Manuela, le permite entender que si bien su negocio se ha esfumado, a cambio podría llevarse consigo otra presa aunque un poco “bigotuda.”

El obispo Cuero y Caicedo a espaldas del resto de los patriotas aparece tembloroso y apresurado.
Redacta un documento que le exime de culpas frente a las autoridades realistas al declarar que su adherencia a la causa de los insurrectos obedece a la defensa de la iglesia ante los atropellos y vejaciones de la que puede ser objeto el cabildo eclesiástico, declarando además que él hará todo lo posible para que la causa rebelde termine pronto sus días.

Vista la traición de Cuero y Caicedo la línea argumental del hecho histórico se detiene para hacer un salto hacia el futuro y dar a conocer la genealogía de personajes de la política reciente del Ecuador como los ex presidentes Oswaldo Hurtado y el difunto León Febres Cordero cuyos antecesores provienen de aquellos días.

La dramaturgia de la obra le permite al espectador dar brincos entre los hechos históricos y lo anecdótico de un personaje mexicano fantasioso con sus propios intereses dentro de la obra.

Manuela extraviada de la atención de sus compañeros de lucha se muestra nobel y blanda ante las batallas del romance sexual,  para al final ceder y escaparse de su época en un móvil plástico con un mexicano y una iguana.

Lo que se ve de Manuela Cañizares en LA BRAVA es lo que la historia oficial ha intentado borrar, pero a la vez,  todo lo que se sabe de los demás personajes del hecho histórico no se encuentra en esta obra.
Las razones las descubriremos en la esencia de la farsa.

La farsa se alimenta de las relaciones humanas, ya sean religiosas, sentimentales, económicas, políticas o de cualquier tipo, para elaborar a través de personajes caricaturescos, otra realidad. 
Una que se acerca a lo irreal o al absurdo,  para producir en el espectador un efecto similar al de una metáfora.

En la farsa se reúnen lo verídico y lo irreal caricaturizado, para que por acercamiento a las dos,  el público pueda interpretar en su mente y a través de sus sentidos como si fuera un solo concepto.

Así la heroína sin rostro de la historia oficial en LA BRAVA es una Manuela Cañizares altiva y hasta brava,  pero a la vez,  también se ve de ella,  la ilustre quiteña que se relaciona con un fanfarrón comerciante de armas.

La farsa permite ver a la mujer distinguida pero no muy guapa,  más bien un poco bigotuda.

La férrea revolucionaria que la historia escrita por españoles la convertiría en prostituta,  se muestra en la obra como una mujer cándida e ingenua frente a un lobo erótico.

El mexicano Gediondo, productor de una comicidad espontánea sin reflexión, es en la farsa un personaje irreal,  modificador de toda lógica y de los hechos reales.

Al tomarse por asalto la obra,  la modifica con su sola presencia y con la artimaña de su comicidad absurda y voluptuosa desnuda a todos los personajes que por su cercanía transitan.

La denodada intención erótica del mexicano frente a la inexperta solterona y la progresiva aceptación de ésta no es otra cosa que la intención de la farsa en denunciar a una sociedad hipócrita, que pretendía negar socialmente la corporalidad femenina, aunque sus prácticas individuales escondidas eran contrapuestas.

La farsa permite los desquites sociales e históricos más atrevidos posibles.

LA BRAVA se aventura a desenmascarar al Obispo Cuero y Caicedo mostrándolo como traidor.
Este hecho ha sido debatido por varios historiadores quienes han demostrado que la carta escrita,  conocida como la Exclamación,  fue una manera de poder desvirtuar las acusaciones que de seguro iban a caer contra él por parte de la iglesia católica y también por parte de las autoridades militares de la corona española.

El obispo Cuero y Caicedo años después sería nombrado Presidente de la Junta de Gobierno del segundo momento del proceso libertario, y puesto que éste también sería reprimido violentamente por la fuerzas realistas, tuvo que escapar hacia el norte.

Luego fue obligado a regresar para finalmente morir en el Perú mientras lo llevaban hacia España donde iba a ser juzgado.

Los demás personajes que estando en la reunión libertaria no fueron tomados en cuenta por LA BRAVA será quizás porque no se lo merecían?....

Timoratos, con afanes personales,  produjeron desencanto en la obra aún sin aparecer.

El argumento de la obra tanto como su dramaturgia se desentienden de la complejidad política, económica e ideológica de la época y de sus actores principales, para tornarse en una historia personal de Manuela Cañizares en medio del evento independentista.

La intención es quizás protagonizar la humanidad de una de las tantas mujeres que participaron en el 10 de agosto de 1809.

Todas ellas tuvieron en común la ruptura de esquemas y valores tradicionales de comportamiento de aquella época. Será quizás por eso que han sido olvidadas por la historia oficial aún teniendo participación importante.

¡ La obra ya lo marcó !... el hecho independentista tiene para quienes estuvimos en la sala del Patio de Comedias las dos connotaciones.

Se ha producido su expresión simbólica. La metáfora viaja hacia adentro y mueve lo que encuentra.

¡¡ Viva la farsa !!.