jueves, 28 de mayo de 2015

Comentario Teatral "El país de la canela" Mario Ojeda

CICLO DE TEATRO HISTORICO EN EL PATIO DE COMEDIAS.
Comentario Teatral
Mario Ojeda.

EL PAÍS DE LA CANELA” de la agrupación Círculo Artes Escénicas es un trabajo teatral  escrito y dirigido por Francisco Sánchez del Tryo Teatro Banda Chile.

La obra es el producto del encuentro entre profesionales del entretenimiento circense y un episodio fundacional de la sociedad ecuatoriana que forma parte de la historia oficial del país: El descubrimiento del río Amazonas por parte del conquistador Francisco de Orellana en 1542.

Se inicia la obra con la musicalidad de un reconocido ritmo mestizo tocado, cantado y semi bailado por tres fonámbulos populares que al presentarse se introducen en el confianzudo desparpajo de hacer en escena lo que en apariencia se les viene en gana pero que luego de más de 200 representaciones por diferentes provincias del país se ha convertido en un preciso y sincronizado formato.

Cuando la historia es contada por un libro la percepción del lector es individual, comprensiva  y pasiva. Cuando los contenidos son transmitidos por un profesor de historia el mensaje es captado por los alumnos a través de la distancia que se interpone entre la realidad presente y los hechos del pasado, pero cuando la historia es interpretada por un trío de juglares ecuatorianos  la vivencia del público es intensa, su comprensión es audaz y dimensional, los hechos, personajes y momentos resucitan y le corresponde al espectador ubicar en el presente las consecuencias de lo sucedido en el pasado histórico.

La comodidad de la individualidad pasiva frente a la historia cambia radicalmente de orientación.

El juglar es un artista de atracciones cuyo primer y principal objetivo es divertir a su público.
Así es como se presenta esta obra y así mismo la recibe el curioso, el serio, el intelectual y el yunta, el que aplaude y el que analiza, lo reciben desde la perspectiva del hombre orquesta que recita, canta, baila, juega con picardía, yendo de unos lugares a otros, asumiéndose casi poeta y charlatán.

Para divertir al público y a la vez contar la historia desde su perspectiva los acróbatas no escatiman ni siquiera su seguridad física en el escenario con tal de seducir los sentidos de los presentes y para ello cuentan con un conjunto de capacidades corporales con las cuales se permiten jugar  malabares  sin olvidar hacer jugar a la audiencia.

El lenguaje de estos tres saltimbanquis es variado porque transitan entre la música en vivo, los murmullos, las ambientaciones sonoras, las palabras y los insistentes momentos narrativos incansables como cascadas de palabras llenas de situaciones y anécdotas.

Se plantean un conquistador español que ambicionando el país de la canela decide junto a un pequeño ejército de españoles pero con un enorme conglomerado de esclavos nativos bajar desde Guápulo hacia el oriente. 


Francisco de Orellana viaja contando con una virgen del sol como esclava personal. 


Una simple soga atada a la cintura del encantador personaje esclava adquiere una serie de connotaciones de dominación y dependencia mutua a lo largo de la pieza que representa simbólicamente al proceso de conquista cultural mutua.

Los ilusionistas de la lengua y el cuerpo con tan sólo tres humanidades en perpetuo movimiento logran crear uno de los mejores momentos de la obra; el difícil acceso de este gran contingente de soldados y esclavos a la enmarañada y peligrosa selva amazónica.

Se produce entonces el primer silencio de la obra cuando el torrente de palabras cesa y domina el eco de silbatos, susurros y atrapante danza de tres cuerpos paisajeando árboles, ramas, matorrales, senderos, quebradas, cuevas, pasos peligrosos, saltos, precipicios por donde uno tras otro de los nativos van perdiendo la vida al punto que ninguno de los que inició la travesía pudo volver a su tierra de origen.

La marcha de la ambición-dominación obsesiva no descansa, convirtiendo a los hombres en caníbales y a su perros en figuras representativas de su estado interior especialmente cuando por accidente y a la vez necesidad construyen una embarcación para bajar por el río en busca de comida. 
Así es como descubren el inmenso río Amazonas y sus hembras mitológicas.

La obra es la narración de un importante capítulo de la historia que cuenta de manera divertida la cronología de acontecimientos y desplazamientos geográficos hasta llegar al Amazonas.  

Al público se le permite acceder al hecho a través de un conjunto de episodios anecdóticos sin embargo no llega a comprometer la intencionalidad psíquica del espectador. 

La razón está dada por el estilo de la narración y por el carácter histórico de esta narrativa.

La poderosa carga emocional que un personaje bien diseñado puede encender sólo la manifiesta el único personaje  completo que este trabajo propone en la esclava. 

Delicado encanto para ceder cuando se sabe vulnerable pero también propositiva intuición para acechar y convencer cuando le es favorable. 

Personaje íntegro en su disposición de servir al amo sin traicionar su cultura, sus creencias y tradiciones. 
Finalmente es devorada por su amo y su perro fiel. Repartida sus partes de acuerdo al rango de sus conquistadores como lo fue toda América.

Son tres artistas en el escenario pero son muchísimos los hombres y mujeres que representan así como son tantos los lugares por donde se desplazan imaginariamente a través de marchas forzadas a pie, en mula, a caballo y en canoa.

El público disfruta al ver como el cuerpo adquiere tantas capacidades, la voz variadas significaciones, la música diversas ambientaciones y dominios sugestivos de lo popular y hasta el propio piso se levanta para formar chozas, barricadas y embarcaciones.

Cada unidad temática de la narración es interpretada siguiendo los parámetros del teatro y tienen sus propios argumentos pero a la vez este gran cuerpo narrativo no alcanza a priorizar ni  profundizar un conflicto central que ocupe la expectativa intelectual y emocional del auditorio.

Así en medio de un despliegue generoso de talento y herramientas artísticas, algunas de las cuales bordean la espectacularidad del circo,  pero también la sobreactuación en algunos momentos, la dramaturgia teatral pierde fuerza y sustancia comunicativa y sin embargo el reflejo rápido de la creatividad inmediata del trapesista lo soluciona como ya lo hicieran los saltimbanquis invitados a la boda de las hijas del Cid en la baja Edad Media.

Todo juglar tiene detrás a un trovador que crea el texto poético con magnífica y elocuente  retórica pero sin picardía. Es el propio juglar que al confrontar la sapiencia del poeta a la rígida indiferencia del transeúnte que re elabora el texto con absoluta irreverencia y con evidente malicia hasta volverlo interesante y dinámico.

Los juglares del Círculo Artes Escénico cuentan ahora con un texto ágil, claro y divertido. Un texto que facilita la actuación porque cumple básicamente dos funciones. Dimensiona fantásticamente lo que no se puede mostrar y complementa lo que la actuación no alcanza a representar sin dejar de narrar efectivamente el episodio histórico.

Si mañana al salir de tu casa miras a un barbudo tocando el acordeón en una tabla que se balancea sobre una pelota es porque al dar la curva en la esquina uno de estos juglares se te metió en el cerebro y está riendo con una de tus neuronas. Con la distraída.